Madejas que se vuelven formas, formas que se vuelven vestidos. Desde los puntos en tejidos, la diseñadora merideña Adriana Marín depuró las siluetas volumétricas y estructurales de sus inicios e hizo más sutiles sus geometrías en una colección presentada en Valencia en la pasarela de Venezuela in Moda 2011.
Con la maleabilidad de los tejidos, Marín desarrolló formas sobre el cuerpo en una apuesta más simplificada, pero que no deja de ser compleja. Una vanguardia más dosificada. Por un trabajo artesanal, a aguja y buena técnica, armó y moldeó los vestidos con mezcla de puntos y tejidos entretramados en cuellos y espaldas.
Así re-imaginó las formas, mucho menos tridimensionales, en una serie de vestidos cortos, que pierden gramaje en algunos de patrones bastante holgados, para una mujer de avanzada que se siente como la superheroína de una historieta de un comic japonés.